Perfil del "español tipo" en 2006

(por obra y gracia de las encuestas, estudios y estadísticas con las que nos atormenta la prensa en esta época de sequía informativa)

El español medio, 3,5 cm. más alto que hace veinte años, siempre fue un soltero juerguista y despreocupado que, mientras le duró la juventud, no quiso saber nada de política ni de compromisos sociales. Ha esperado a pasar la barrera de los 30 para casarse ( aún prefiere lo tradicional), comprarse la primera vivienda y tener hijos, aunque los segundo le ha costado más de un intento: desafortunadamente, sus espermatozoides ya no son lo que eran. Por eso o porque el dinero no da para más, sólo tiene un hijo, que pasará directamente de la matriz a los brazos de mamá (haciendo cuentas no hay quien pueda permitirse la inversión de los papeles tradicionales). Y aunque es inevitable cogerle cariño a la criatura (por mal que se porte un cachete a tiempo lo arregla todo), 30 años después se descubrirá a sí mismo preguntándose por qué leches no se puso un condón aquella noche.

Este pobre españolito sigue sufriendo porque su trabajo no le deja tiempo para disfrutar de la familia pero se consuela teniendo alguna aventurilla con esa compañera de la oficina que lo pasa tan mal como él, y, aunque no practica el sexo con demasiada frecuencia, sus experiencias duran más que la media. ¿Será por eso que está bastante satisfecho con su vida? Quizá también tenga algo que ver que sabe bastante más que el resto de europeos sobre cómo divertirse, que confía en los demás y tiene muchos amigos o que está y se siente sano.

Sin embargo, no todo es alegría: vive amedrentado casi tanto por la calvicie como por la posibilidad de perder su empleo; el virus Hipotecus le ha cogido por donde más duele, dejándole sin vacaciones, con lo que, perdida su fe en la sociedad y la justicia, pasa su verano de terraza en terraza y prefiere hacerle hueco en su cabeza a enigmas menos trascendentales como:"qué cojones hacía yo antes de que existieran los móviles" o "quién sería el listo que inventó las cadenas del coche".

Y ahora toca preguntarse: ¿así soy yo?

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