Ciencia: abusos y curiosidades

• No siempre los nuevos inventos y los avances de la ciencia se corresponden con un uso adecuado, pero además hay algunos que, desde que salen a la luz, ya te ves venir las posibles consecuencias y sólo deseas que no llegue ningún transtornado a prepararla.
  Eso ha ocurrido con los chips subdérmicos que nos parecían tan útiles para localizar a mascotas perdidas: llegó el loco de turno que debió decirse que lo mismo se podían utilizar en humanos y ¡zas!, hecho: unos se dedicaron a fabricarlos, otros a implantarlos en sus empleados, y ahora tratan de venderle a Bush la maravillosa idea de utilizarlos en los inmigrantes. (Como si el hombre no tuviera ya por sí mismo ideas estúpidas)

• La comida que se cae al suelo puede ser ingerida sin miedo a las bacterias siempre que la recojas en menos de cinco segundos, que viene a ser el tiempo que tardan los gérmenes en hacerse con la presa. Requisitos: la comida no ha de ser viscosa y el suelo ha de ser de baldosas o parqué. Claro que yo me acuerdo de toda la mierda que los de mi generación comimos, directamente del suelo a la boca, y no sé si nos haría mucho mal, pero parece que hasta ahora no he desarrollado ninguna extraña patología. Diría más bien que quedamos inmunizados y gracias a eso hoy podemos soportar los garrafonazos, las hamburguesas y demás porquerías que nos metemos entre pecho y espalda.

• Tatuajes cambiantes: una noticia prometedora para los que aún no se han animado a tatuarse por eso de que no se puede quitar con agua y jabón, como las calcomanías. Se trata de una posible aplicación de la nanotecnología en humanos basada en la implantación de varios billones de nanorobots emisores de luz bajo la epidermis capaces de formar letras, números o animaciones que serían visibles a través de la piel y que podríamos controlar con un simple toquecito con el dedo. ¿Os imagináis lo que sería tener un letrero cambiante a voluntad? Que me voy a una manifestación… me pongo un eslogan reivindicativo; que me voy de ligue… información básica para no andar perdiendo el tiempo en intercambio de datos supérfluos; que me voy de pedo: nombre, apellidos y lista de alergias conocidas, por si las moscas. Y no quiero ni pensar en cómo revolucionaría las técnicas de copia y chuleteo. Una maravilla.

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